En el 2009 hemos atendido insólitos a como el sistema judicial español nos regalaba algunos asuntos que ponen de manifiesto el deterioro que empieza a asolar en el sistema y que de no poner remedio se convertirá en una grave lacra para la salud democrática del país. Por un lado tenemos a jueces que protegen a políticos corruptos, por otro lado jueces que son querellados por intentar investigar los crímenes de la dictadura franquista y por último la grave decisión de limitar el principio de justicia universal.
Pero 2010 nos recibía con otro rotundo golpe, que pone de manifiesto el desvarío en que parece vivir actualmente el sistema judicial español. El juez de lo Penal de Madrid, Ricardo Rodríguez dictó penas de cárcel, un año y nueve meses, para los periodistas de la Cadena SER, Rodolfo Irago y Daniel Anido por publicar en la web de la cadena, los nombres de las personas que se habían afiliado de manera irregular al Partido Popular, vulnerando los propios estatutos de su partido, con el fin de desbancar a un dirigente afín a Alberto Ruiz Gallardón para sustituirlo por alguien cercano a las tesis de Esperanza Aguirre.
La sentencia es un atropello, porque pone de manifiesto como un magistrado puede hacer una interpretación tan nefasta y desafortunada del texto constitucional. En el artículo 20 de nuestra constitución, se recoge el derecho a comunicar libremente información veraz por cualquier medio de difusión, pero el criterio del Sr. Rodríguez es que internet no es un medio de comunicación social “sino universal”. Repetimos que la constitución habla de cualquier medio de difusión y ¿qué es internet sino el principal medio de difusión?
Por otro lado se vulnera también, el hecho de que la noticia sea veraz y que se haya obtenido mediante métodos diligentes, algo que el propio magistrado confirma en su sentencia. Lo confirma pero para él, eso carece de valor. Al margen del enorme impacto que tuvo el artículo sobre este tema del señor Cebrián, es sorprendente como la sociedad, empezando por los partidos políticos, ha permanecido impasible ante una clara violación de los principios constitucionales. La revelación de datos que hicieron Anido e Irago, la hicieron en el ejercicio de su profesión de periodistas y como profesionales de la información, su deber no es otro que el de sacar a la luz e informar a la ciudadanía de aquellos acontecimientos que vengan a torpedear nuestro sistema. Ambos están cumpliendo con su misión de servicio a la sociedad, y a cambio lo que se encuentran es una sentencia, que les puede llevar a la cárcel como si de malhechores de la peor calaña se tratase. Afortunadamente el hecho de que la pena sea inferior a dos años y que ninguno tiene antecedentes penales evitaría en principio que acabasen en prisión, pero eso no quita para que el mero hecho de considerarles culpables nos deba parecer un inmenso error. Esto si que es una patada contra la libertad.

Como estudiante de periodismo,el pesimismo que ahora me invade es enorme, me acechan las dudas de si en el futuro podré ejercer mi profesión con plena libertad. Estoy plenamente convencido de que un sistema con una justicia inoperante es una lacra para la democracia. Un sistema sin justicia no puede ser democrático, debemos reaccionar para que no se haga irremediable esa paulatina pérdida de sentido que tiene una justicia, que además de ser extremadamente lenta, ahora también actúa contra aquellos que mejor servicio pueden prestar a nuestro país. Pero hasta que la reacción tenga lugar, Anido, Irago o el Juez Garzón tendrán que sentarse en el banquillo de los acusados, mientras que los corruptos y los criminales internacionales camparán tranquilos, sabedores de su impunidad.
Se entiende, como principio de Justicia Universal, el que invoca un Estado con el fin de perseguir hechos cometidos por españoles o por extranjero, fuera del territorio nacional, cuando lesionan determinados bienes jurídicos reconocidos por toda la comunidad internacional. Bienes jurídicos, en cuya protección, la comunidad internacional se encuentra interesada, normalmente por su especial relación con la idea de “dignidad humana”. Es decir, que se presupone como fundamento, como legitimación de este principio, no el perseguir intereses o proteger bienes jurídicos de los ciudadanos de un Estado determinado, sino que son considerados por la comunidad internacional como dignos de protección. Es precisamente esta cuestión, la que ha sido olvidada por los parlamentarios españoles tras la reforma de la Justicia Universal llevada a cabo recientemente.
Es curioso como nadie verá hoy en las imágenes de Telemadrid las dos chabolas adjuntas que hay en un descampado detrás de las casas prefabricadas, o el autobús donde viven 8 niños rumanos con sus padres, en la calle de de al lado. En eso reside la manipulación, en sacar imágenes de unos recibiendo regalos del político en cuestión y esconder a los otros (para sacarlos luego en noticias relacionadas con aumento de la violencia, por ejemplo). En la primera imagen podemos ver (detrás del cristal mojado por la lluvia) todo el despliegue de coches del Samur y el Audi oficial. En la segunda, marcadas en rojo, las chabolas que nunca saldrán en el reportaje.



El 1 de Diciembre de 2009 Juventudes Socialistas de Chamberí mantuvo un interesante debate acerca de los problemas que nos inquietan a los jóvenes de nuestro distrito con nuestros homólogos del Partido Popular las Nuevas Generaciones de Chamberí.

Es lo que está sucediendo con el caso de la campaña de desprestigio por parte de la Conferencia Episcopal contra la reforma de la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Hasta ahora, no se han dado motivos relativos a esta ley que criticar, solo se ha ido 30 años atrás para intentar volver a posturas preconstitucionales, en donde el aborto estaba reconocido como un delito. La realidad es que el texto que se está debatiendo abarca, de manera integral, cuestiones de salud sexual y reproductiva, implementando una serie de medidas sanitarias, preventivas y educativas, para evitar, en la medida de lo posible, la materialización de una situación que tiene una solución compleja.
Continuámos en JSChamberí con el Cine Fórum retomado el mes anterior, con una película que narra la situación del sistema de salud en los Estados Unidos. Este problema se analiza desde el punto en el que se decidió privatizar la Sanidad y dejarla en manos de empresas de seguros que no buscaban la salud pública, si no los beneficios propios. ¿Os suena esta situación en Madrid?




Recuperamos en JSChamberí el Cine Fórum con una película que narra los problemas ocultos de la inmigración, los que no siempre son noticia.
