Juventud, un colectivo electoral

Falta mucho, pero falta poco. Aunque todavía estemos en septiembre, la actividad política municipal y autonómica pivotará in crescendo en torno a las próximas elecciones de mayo de 2019. Entre otras cosas, como candidaturas o programas, durante los próximos meses veremos cambios en la actitud y formas de dirigentes y partidos del Ayuntamiento, y aparecerán por arte de magia colectivos, que aunque ignorados durante los años anteriores, volverán a ser parte del debate como potenciales votantes. La juventud será uno de estos colectivos predilectos que no faltará en la estrategia de todos los partidos. Ahora bien, los jóvenes, y en general los votantes, deben analizar si se les ha atendido adecuadamente, es decir, si se les ha tenido realmente en cuenta en la elaboración de los presupuestos, en los programas que se han puesto en marcha o en los debates municipales. Si no hay una correspondencia entre las políticas llevadas a cabo en los últimos años y su inclusión en el debate electoral, será puro maquillaje y propaganda política.

Tres años después de la llegada de Ahora Madrid al Ayuntamiento ya hay datos suficientes para constatar el nivel de cumplimiento de sus compromisos políticos, pero también el comportamiento del resto de los grupos en la oposición en materia de juventud. Si algo ha llamado la atención durante estos años, tanto en el Ayuntamiento como en las Juntas de Distrito, ha sido la falta de interés y de ideas, y en general la desidia, que tanto gobierno como la derecha política (azul y naranja) han demostrado en materia de Juventud. Los que hemos tenido la suerte de ser representantes del Partido Socialista durante esta legislatura, creímos que la salida del Partido Popular del Ayuntamiento tras 24 años de gobierno continuado era una oportunidad para cambiar las políticas municipales. Aunque los resultados no nos fuesen muy favorables, hemos tenido una posición desde el inicio activa y propositiva y, entre otras cosas, hemos querido avanzar en materia de juventud, pero…nos hemos quedado solos.

Podríamos partir del hecho de que no exista ninguna concejalía con esta denominación expresa (Concejalía, sí Dirección General), pero sería lo de menos si en los presupuestos municipales se recogiesen políticas para jóvenes. Pero tampoco ha sido así. En 2017, de los 4.487 millones del Presupuesto, apenas un 0,1% fue destinado a ello. Un dato bastante relevante para calibrar el interés de Ahora Madrid en sus tan alabados jóvenes. Tampoco se ha puesto en marcha el Consejo de la Juventud de la Ciudad de Madrid (no confundir con el Consejo Sectorial de Juventud) que hubiese sido un instrumento muy útil de participación política y representación de los jóvenes para, entre otras cosas, diseñar programas específicos en los distritos. Llama la atención que sí que se haya constituido en la Comunidad de Madrid y no en el ayuntamiento. Tampoco se ha elaborado ningún Plan Joven, donde se analizase la situación de la juventud madrileña, y enmarcar y organizar como respuesta a ello una serie de objetivos, programas y recursos. Por cierto, ambas cosas, el Consejo y un Plan joven, fue una propuesta del PSOE, en una misma iniciativa aprobada (y no realizada) en el pleno del Ayuntamiento de Madrid en diciembre de 2015. Pero ante todo, lo que más sorprende, es que esto de la juventud, parece que era un tema exclusivo del Partido Socialista. El consistorio no hubiese debatido en tres años sobre políticas juveniles si no hubiese estado el grupo municipal socialista detrás de ello. Ni Ahora Madrid ni Partido Popular ni Ciudadanos, han tenido entre sus prioridades las políticas de juventud.

Si nos trasladamos a las Juntas de Distrito, el panorama ha sido el mismo, y en concreto en Chamberí, las políticas juveniles han estado tradicionalmente condenadas. Durante años, desde 2001, los distritos de Madrid se han beneficiado de un programa juvenil denominado “La tarde más joven”, que por alguna razón quedaron al margen Chamberí y Moncloa. Ya en 2008 y 2009 el Grupo Municipal Socialista de Chamberí pidió a la Junta Municipal de Distrito que nos incorporásemos a este programa (sin éxito) y desde el inicio de esta legislatura volvimos a pedirlo, apenas unos meses después de su inicio, en el pleno de mayo de 2016. De nuevo, pero esta vez Ahora Madrid en el gobierno, se resistían a querer enmendar la situación de exclusión que padecía Chamberí respecto del resto. Nuestra proposición fue aprobada, a pesar de Ahora Madrid que se abstuvo, y en septiembre de ese mismo año lo conseguimos, empezó a funcionar después de muchos años. Duró poco. En enero, Marta Higueras, responsable de esta área, anunció su supresión de todos los distritos de Madrid. La excusa esta vez era su sustitución por un programa de intervención socioeducativa, no siendo por tanto un programa juvenil, y que en cualquier caso no iba a tener nuestro distrito (es el programa “Quédate” y solo lo tienen 10 de 21). Tanto en febrero de 2017 como en septiembre de 2018, seguimos dando la tabarra con este asunto en la Junta, pidiendo un programa juvenil, pidiendo alguna actuación en este sentido, preguntando sobre las intenciones en esta materia, y denunciando la desidia con la que han abordado este tema.

Y así nos hemos quedado, sin programa juvenil, ni en Chamberí ni en ningún sitio. Las excusas de Ahora Madrid han sido constantes desde 2015: que si no iba a tener mucho éxito, que si la gestión del programa tendría que ser diferente, que si no cuenta con el tejido vecinal asociativo, que si la gente que lo lleva son solo guías y no dinamizadores, etc. Y por parte de los dos concejales que ha tenido nuestro distrito estos años, intentos de confusión constante con tal de no decir abierta y públicamente que no tenían intención alguna de implantar ningún programa juvenil. Algo demasiado contundente como para después apelar a la juventud en periodo electoral, claro. Ahora que se aproxima ese momento, ahora que volverá la Juventud a ser el colectivo favorito de Ahora Madrid, ahora que dirán que han estado presentes en todos sus pensamientos (que no presupuestos), y todo con mucha ternura y corazones. Quizá, es el momento de pedirles cuentas, de decirles que el trato afable y casi maternal con el que se dirigen a nosotros, la Juventud, no es suficiente. Y como dice un refrán, que ellos mismos han utilizado en una campaña reciente, “hechos son amores”. Pues eso, hechos.

Pedro Reig
Vocal Vecino del Grupo Municipal Socialista de Chamberí

Master en mentiras

Es frecuente escuchar en las tertulias políticas el asombro que produce en muchos tertulianos la capacidad de mentir sin inmutarse de Esperanza Aguirre, la otrora lideresa del PP madrileño, hoy cadáver político arrastrada a la dimisión por las innumerables “ranas” de las que se rodeó, a las que aupó a cargos de poder y que cometieron toda clase de corruptelas sin que ella, o eso dice, se enterase. Su frase “Yo destapé la Gürtel” forma ya parte de la Historia negra de la política española, el absoluto desprecio a la verdad que constituye, junto con la absoluta convicción con la que fue pronunciada la hacen indudablemente merecedora de ello.

Si bien, estos días el dudoso honor que ostenta de ser la política española que más descaradamente ha mentido a la ciudadanía le puede ser arrebatado por Cristina Cifuentes. He de reconocer en Cifuentes un don para lograr lo que parece imposible, no sólo logró apartar del poder a Aguirre, sino que también fue capaz, si nos atenemos a su versión, de conseguir que le regalaran un master sin cometer ninguna irregularidad ni hacer presiones para conseguirlo, en definitiva, de que se lo regalaran mientras ella creía firmemente haberlo aprobado legítimamente.  Pero esto que ahora se dispone a hacer la señora Cifuentes es aún más difícil que lo anterior, aún más imposible, va a lograr que, por primera vez en la vida política reciente los españoles y españolas conozcamos a una dirigente política capaz de superar la desfachatez y la sinvergonzonería con la que Esperanza Aguirre nos mentía a la cara.

Es cierto que al seguir la trayectoria de Cifuentes se podía observar que ya apuntaba maneras, que era digna sucesora de Aguirre. Sirvan como ejemplo sus afirmaciones defendiendo una absurda huelga a la japonesa el 8M y su absoluta tranquilidad al desmentirlas a pesar de que estaban grabadas o su desfachatez al no apoyar las reivindicaciones de los colectivos LGTBI de cara al Orgullo de 2016, a la vez que se victimizaba por no ser invitada a una manifestación cuyas reivindicaciones no compartía. O su hasta ahora mayor muestra de falsedad: seguir declarándose progresista y defensora de los derechos LGTBI después de no hacer nada e, incluso, reírse al escuchar como en un debate Xavier Horcajo hacía gala de una transfobia intolerable al comentar la inclusión de nuestra compañera Carla Antonelli en las listas del PSM [1]. O incluso peor: ser capaz de declararse una política comprometida con la ciudadanía y defensora de los servicios públicos a la vez que preside la comunidad con las tasas universitarias más caras, la mayor segregación escolar por razón de renta y la sanidad pública con mayores listas de espera, en definitiva la que ofrece peores servicios públicos o, lo que es lo mismo, la que menos protege a aquellos que más necesitan dichos servicios: las personas más desfavorecidas económicamente y más afectadas por una crisis cuyos efectos sigue sufriendo la población.

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Desigualdad

La desigualdad social es uno de esos conceptos que, en los últimos años, ha saltado desde las tribunas académicas al debate público y por lo tanto a la arena política. Puede parecer que es un problema nuevo aunque quizá lo que ocurre es que antes lo llamábamos de otra manera o que sólo nos fijábamos en algunas expresiones de la desigualdad social como el racismo, el machismo o la exclusión social sin más. Hay bastante debate sobre la definición clara y precisa de este concepto, aunque sobre lo que sí parece haber consenso es en que no se puede hablar de compartimentos estancos, es decir, la desigualdad económica no puede separarse fácilmente de las diferencias de nivel de salud o educativo por ejemplo, y que esa relación es recíproca. Por lo tanto la desigualdad social es un hecho que se expresa en múltiples ámbitos de la vida de las personas, y la solución pasa por actuar sobre todos y no sólo uno.

Otra idea importante sobre esta noción son los límites temporales de su influencia, ya que la desigualdad que sufre un individuo no sólo se ve afectada por su situación presente, sino que también es consecuencia de la desigualdad de sus progenitores y por lo tanto afectará también a su descendencia. Por ejemplo, la probabilidad de llegar a cursar estudios universitarios o de repetir curso en educación secundaria, dependerá en parte del nivel de renta y estudios de sus padres y en el caso de España. Lo mismo ocurre con la salud, la renta familiar o el barrio en el que vive una persona influye en su esperanza de vida, al nacimiento y en la tasa de mortalidad y por lo tanto en su bienestar. En cierto modo, la clase socioeconómica se sigue heredando pese a que no existen ya las barreras de sangre como tales.

Este último punto es uno de los mayores dramas de la desigualdad social, que la situación previa incluso al nacimiento de una persona pueda determinar en gran parte sus posibilidades de alcanzar el bienestar o ascenso social. Hay condicionantes que determinan la situación socioeconómica de una persona y sobre los que no podemos actuar por ejemplo, la genética, puede haber mayor predisposición a algunas enfermedades que provoquen algún tipo de discapacidad que afecte a la capacidad de la persona a encontrar un empleo. Sin embargo, hay otros problemas que son fuente de desigualdad social sobre los que sí podemos actuar, como intentar que el nivel de ingresos o educación de los progenitores influya lo mínimo posible en el devenir propio y el de su descendencia.

Hay múltiples ejemplos que demuestran muy claramente las diferencias entre los ciudadanos según diferentes condicionantes. Uno de los más gráficos está en la web Lives on the Line que expone las diferencias de esperanza de vida al nacimiento según la tasa de pobreza infantil de los barrios londinenses utilizando un mapa del metro de la ciudad como guía. Según este mapa dos niños que nacen a escasos cientos de metros pueden tener esperanzas de vida al nacimiento de más de 10 años de diferencia, y todo en una misma ciudad en la que se podría pensar que el acceso a los centros educativos, sanitarios o de atención social no debe ser mucho más difícil para unos u otros, pero parece que así es.

La desigualdad social es un problema con varias caras pero que necesita un manejo integral y constante en el tiempo.  Los más desfavorecidos lo son por sus circunstancias, unas modificables y otras no, y heredan parte de su situación, de sus progenitores y de su entorno, y lo mismo ocurrirá con su descendencia. Parece que además de que las personas más desfavorecidas tienen más barreras para progresar y obtener el bienestar anhelado, no tienen las mismas cuotas de participación política y por lo tanto tienen menos peso en la toma de decisiones en los centros de poder, y es que ‘si no estás en la mesa, estás en el menú’.

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Apuntes sobre las elecciones del 26J

El domingo  del 26J por la noche empecé a escribir unas notas sobre el resultado electoral, pero pasados unos días la mayoría de las cosas ya se han dicho. No obstante quiero comentar algunas que todavía no he escuchado o leído, por lo menos juntas en un mismo análisis.

1)      El resultado del PSOE es simplemente malo, mirando el porcentaje de votos se ve que ha sido incapaz de progresar de forma eficaz. El PSOE tiene todos los problemas de los partidos socialdemócratas en Europa: falta de respuesta eficaz a las desventajas de la globalización, votantes envejecidos y heterogéneos, desgaste por haber gobernado y haber cometido errores (¡ojo! no son necesariamente los que normalmente se mencionan), desventaja cuando se encuentran en debates sobre identidad y no sobre igualdad etc. Mi eterna petición: si es un problema Europeo, deberíamos intentar encontrar soluciones colaborando más entre todos los socialistas de Europa.

2)      ¿Qué hacer ahora? Escuchando algunas opiniones (enlaces) sobre si el PSOE se abstendrá o no en la investidura de Rajoy, yo creo que al final (muy al final) deberíamos abstenernos. ¿por qué? Bueno la alternativa son unas terceras elecciones (definitivamente no estamos para gobernar) y queda un escenario en el que ganamos una muy buena carta. Al perder el Gobierno la mayoría absoluta, el Parlamento cobra gran importancia. Esto permitirá a los diputados socialistas convertirlo en una olla, a base de iniciativas legislativas y, en definitiva, cualquier cosa que como mínimo incordie a Rajoy y compañía. Esto puede ayudar a recuperar un poco la iniciativa, ya que además creo que Podemos no nos puede aguantar el ritmo en ese terreno.

Tenemos más diputados, más experimentados, no tenemos grupos que puedan tener intención de irse (como Compromís o algún otro, que ya veremos qué pasa…), pero sobre todo tenemos un montón de trabajo hecho de los últimos cuatro años. De hecho el top 10 de iniciativas legislativas presentadas en esta legislatura de mayoría absoluta del PP son nuestras, pero es que además en el top 50 éramos abrumadora mayoría también. Solo con presentarlo todo otra vez (pues no nos hicieron caso en prácticamente nada), daríamos un nivel al que Unidos Podemos ni llega, y además muchas tendrían que aprobarse, pues ya no hay mayoría absoluta.

3)       Sin crucificar a nadie, yo creo que deberíamos plantearnos el tema del liderazgo, aunque creo que no es determinante. Si se cambia de secretario general tiene que ser de forma tranquila, sin prisas y por alguien claramente mejor y que no esté muy expuesto o quemado. Si esto no es posible mejor no cambiar. Es cierto que ha habido grandes errores (aunque me da la impresión de que no estamos del todo de acuerdo en cuales son), pero también buenos aciertos, que a veces no se dicen (medidas de transparencia o el código ético). Lo que prima es poner en marcha el grupo parlamentario y que se nos vea como gente que hace algo útil, de lo contrario estaremos fallando a mucha gente que quiere cambios en positivo en este país, y eso no es justo para ellos.

4)      Sobre el PP: es el partido perfecto en términos sociológicos, aunque tiene un electorado envejecido. Se trata de un electorado homogéneo (por lo que no tiene que andar basculando con sus propuestas) y enormemente fiel. El partido más fuerte con diferencia. Me llama la atención la cantidad de gente que se queja de que los votantes del PP les siguen votando a pesar de la corrupción. Me parece una forma muy miope y conformista de encarar los hechos. El PP tiene mejores mimbres y ha hecho la mejor campaña (la del miedo).

5)      Sobre Podemos, o como se llame esta semana, una visión que no he visto aún en ningún sitio, y que empieza con la pregunta ¿y si el grupo de la Universidad (Iglesias, Errejón, Bescansa…) perdieron el control hace tiempo? Quiero decir, cuando se habla sobre si fueron errores el no hacer presidente a Sánchez o la confluencia con IU, creo que algo hay de que ya entonces no tenían muchas opciones. Creo que antes del 20-D Podemos encaraba una fuerte bajada, y fue cuando comenzó con las confluencias territoriales (Colau, Oltra, Beirás). Esto, además, condiciona a mantener siempre ciertos compromisos adquiridos (referéndum de autodeterminación por ejemplo), y creo que al no ser posible que éstas tuvieran grupo parlamentario propio, amenazaban con irse (recordad que Compromís ya se había ido). Desde este punto de vista la única forma de aguantar (pues se les caía el tinglado) era forzar elecciones e incluir algo nuevo para dar la expectativa de que se pudiera ganar. Por eso la confluencia con IU fue en ese momento, porque en esas condiciones nadie podía bajarse del barco. Veremos ahora que pasa, pero nada de confiarse porque de una forma u otra, volverán.

6)      Además creo que el efecto “miedo”, que quita votos a Podemos y se los da al PP al ser la apuesta anti-Podemos más fiable, debe tener más que ver con el rechazo a la frivolidad y a sus consecuencias (ver el Brexit) y a quedarse con cara de tonto (como Cameron), que a la caída de la bolsa. A fin y al cabo Podemos es un partido más de identidad y emocional que otra cosa, como la sensación de ridículo.

7)      Aunque respeto mucho a los líderes Europeos del liberalismo, a pesar de sus nombres para mí impronunciables (GuyVerhofstadt…) me cuesta creer que una ideología centrada en la libertad del individuo pueda cuajar a nivel Europeo, en más de un puñado de países. Un partido liberal es un oxímoron en sí mismo, algo así como la Unión del Colectivo Individualista…no tiene mucha lógica. Ciudadanos va a tener problemas para mantenerse a largo plazo como partido relevante, si es que aún lo es, pues les falta el pegamento conservador del PP.

8)      Los partidos nacionalistas me parecen muy aburridos y no merece la pena hablar de ellos. Creo que en Italia con la reforma de la ley electoral los han echado del Parlamento Nacional. Y no digo más.

9)      Ojo con el PACMA que cualquier día entra en el Congreso, sigue subiendo elección tras elección. Siempre cuento que recuerdo una entrevista a Juan Carlos Monedero en la que comentaba que todo el meollo se les ocurrió viendo la cantidad de votos que tenían entonces partidos pequeños,especialmente el PACMA, y que era de cajón crear algo que los absorbiera a todos. Pero al PACMA, ni Podemos ni nadie les toca un pelo. Todo un fenómeno.

Antonio Rodríguez

Secretario de Movimientos Sociales e inmigración de JS de Chamberí

Dies irae

Dies irae. El día de la ira. Ya está aquí. Pleno de ira, y de miedo. Las dificultades asaltan los hogares y vulneran a las familias. Renacen los espectros del odio. La inquina de los poderosos vacía las mentes de la nación. La cultura muere. Y el hambre, la desesperación, la esclavitud, la ira, y el miedo, que todo lo acalla, han vuelto. A nadie nada le importó, mientras comía tres veces al día, podía llevar a sus hijos a la escuela, y ver cuanta televisión quisiera. Pero ahora, hasta el renqueante Estado del Bienestar se resquebraja, y la Sanidad, la Educación y el Empleo se han visto abatidos. Miedo e ira.

En tal situación, ¿qué mejor ocasión para dar un golpe de mano y tomar el poder? Pocas. Y eso es exactamente lo que hacen, hoy de nuevo, los hombres cobardes y mentirosos, ansiosos de poder, y de gloria, en su vanidad. Hombres amparados por la ira de los descontentos, y engrandecidos por el miedo de los desesperados. Hombres que necesitan la turba vacía para sentirse tan grandes como a sí mismos se ven en sus innobles mientes. Y turbas que necesitan a alguien que les dé esperanzas y un futuro, por muy borrosos y falsos que sean, como la niebla en el espejo cóncavo.

El día de la ira y del miedo ha llegado. Ante los que gritan en confusión y propagan las mentiras de sus maestros, no queda sino permanecer de pie, mirándolos a los ojos, y, cuando se haga el silencio, decir la verdad:

Que sus heresiarcas los engañan, que no son sus amigos, que no buscan otro beneficio sino el propio. Ubi humilitas, ibi sapientia. Donde se halla la humildad, allí la sabiduría. Y esos enemigos rezuman orgullo. Orgullo, pero no confianza. Gritan; no porque tengan algo que decir, sino porque tienen miedo de que se les pueda contestar. No son dignos en modo alguno. No son capaces de ninguna manera. Sólo son el reflejo de toda la necedad, el miedo, y la ira de estos días.

 

Jorge Blanco

Militante de JS de Chamberí

La teatralización de la política

Ythelastmonkey_hamletNo nos vamos a engañar, siempre se ha teatralizado en política. No es difícil imaginar el Congreso de los Diputados como un teatro, con los actores y actrices de la obra, principales, secundarios y terciarios (estos últimos tan terciarios que podrían ser el clá) repartidos en 350 escaños y unos espectadores sin entrada y en sus casas.  Es hasta cierto punto inevitable que esto sea así, ya que hay que intentar convencer, entusiasmar y generar ciertas emociones que haga del discurso un modo eficaz para convertir al político en líder y referencia, ya no solo de sus votantes, sino de la vida pública española. No es tan extraño, por tanto, que tengamos ejemplos donde ambos ámbitos, aparentemente separados, se hayan mezclado. Algún ejemplo público lo tenemos en EEUU donde guionistas de Hollywood han escrito algunos de los discursos del presidente del gobierno, y viceversa, muchos han pasado a Hollywood para escribir guiones (o asesorar) basados en sus conocimientos sobre el funcionamiento y tejemanejes de la política estadounidense. Hasta aquí de acuerdo. Sin embargo, como es lógico, empieza a rechinar cuando nos encontramos que en esos discursos, puesta en escena, gestos e imagen SOLO hay teatro.

Bajo mi punto de vista la política española ha mejorado y es más interesante que hace unos años. Hay más opciones, más propuestas y más debates que han reenganchado a una parte importante de la población a la política, lo cual, ya por sí solo es algo muy positivo, ya que sin ello no hay una democracia sólida y consolidada. Recordemos como hace unos (pocos) años un candidato/a podía pasar por un proceso electoral sin someterse a debate alguno con el resto de las fuerzas políticas, y hoy esa opción es censurada e inadmisible para los votantes. Pero una vez que todo esto se ha dado, se exige que los partidos, viejos y nuevos, lideres y lideresas, y todo lo que hay ya encima de la mesa respondan y ejerzan como tal y no como simples animadores de la política.

Lo que hemos visto desde las elecciones del 20 de diciembre hasta ahora ha confirmado lo que muchos creíamos estar viendo durante la campaña electoral, esto es, que no había más fondo en muchos partidos que teatro, puestas en escena y frases facilonas grandilocuentes. Algo que se podía justificar (en cierto modo) durante la campaña, pero que es inadmisible una vez ha terminado. Ahora es cuando se tiene que ver la capacidad para sacar adelante a este país, que ya no admite más obras de teatro, que ya reclama política en estado puro. Se ha terminado, por lo menos a medio plazo, las mayorías absolutas, y los resultados han sido como se esperaban, sin sorpresas, por tanto, ¿cuál es el problema? El problema, intuyo, es que muchos solo son máquinas electorales, actores sin guión, estrategas sin estrategia. No hay capacidad de pacto, ni intención de ceder, que todavía se ve como algo humillante para el que cede, y lo peor de todo, no hay una estrategia global para este país que disponga las prioridades para el pacto. Casi tres meses después, y tras un encomiable intento del PSOE de desencallar la situación y ponerse a la altura de las circunstancias, que no es otra cosa que acatar el mandato de las urnas, pactar, estamos sin gobierno, y pasan los días con los mismos en las mismas trincheras disparando ya no se sabe ni a quién ni porqué. Un desastre. Eso sí, no pasa tampoco un día en que todos, desde sus cada vez más profundas trincheras, declamen sus guiones sobre que “quieren alcanzar acuerdos y tienden la mano”. Hoy por hoy, eso sólo lo ha hecho un partido, el PSOE.

Pedro Reig

Secretario General de JS de Chamberí

Contra el modelo federal

En estos tiempos se habla mucho de independencias y nacionalismo en España, preocupante asunto. No trataré ahora de lo enormemente injustificado y vil de estos movimientos, pues es largo tema, y otro es el que nos requiere. La cuestión es ésta: un territorio español se quiere independizar. Y la respuesta del poder del estado, en vez de contundente y expeditiva, ha sido hablar sobre un posible modelo federal, que asegure a cada región ser tratada con su merecida justicia.

Es viejo en este país el debate entre centralismo y foralismo, debate que una vez incendió pasiones, incendió pólvoras, e incendió hogares. Las regiones no capitolinas, sintiéndose despreciadas, exigen autonomía y libertad. Eso esperan sus habitantes. Los gobernadores de estos tumultuosos territorios así se lo han prometido. Pero fueron esos políticos quienes pidieron autonomía primeramente. Son ellos los que de ella se beneficiarán. Mas autonomía y libertad les permiten hacer cuanto desean (deseos generalmente de carácter lucrativo). El pueblo poca diferencia notará de vivir en una provincia o en un estado federado. Sus gobernantes harán lo que quieran. Y es el estado español el que se empobrecerá en su conjunto, luchando contra desigualdades territoriales en un país carente de solidaridad. España es fuerte y próspera gracias a todas sus regiones y el conjunto general que éstas conforman. Se han de proteger las particularidades culturales, pues son riqueza y gloria nuestra. Pero por un estado centralizado, moderno y eficaz. Una amalgama de taifas será nuestra perdición.

Pues las libertades individuales han de ser intocables, pero la legalidad ha de ser mantenida férreamente desde el centro (y nunca mejor dicho en un heliocéntrico país como el nuestro). Los que quieren la independencia, los que piden foralismo, ocultos bajos motivos sociales y enseñas de libertad y justicia, son realmente enemigos del estado español, y por ende de todos y cada uno de los españoles, y sobre todos ellos de esos para los que piden autonomía, pues sobre ellos recaerá su latrocinio. Y entonces, enriquecidos los de siempre, le llegarán al pueblo los llantos y el rechinar de dientes.

Jorge Blanco

Militante de JS de Chamberí

Soneto socialista

Agucen sus mentes los ciudadanos,

pues un muy grande aprieto es el de España,

que en asedio se ve de gran cizaña,

promovida por necios, y villanos.

Tratan los populares a traición

de extirpar la cultura del país,

por ver si acaso así lo tornan gris,

y en fin de latrocinio cantan son.

Nefandos Ciudadans, sus herederos,

incorruptibles se hacen hoy llamar,

en la sombra contando los dineros.

Esperemos no lleguen a mandar,

ni ellos ni los Podemos pendencieros.

Sólo resta la rosa por votar.

 

Jorge Blanco

Militante de JS de Chamberí

Sobre las elecciones generales del 15

1342112217_438244_1343736387_noticia_normalCon cada día que pasa, descienden las temperaturas, y nuestros alientos se vuelven más fríos al salir de nosotros. Sin embargo, comenzada la campaña electoral, estas respiraciones se vuelven más agitadas y calientes, y las discusiones y discursos llenan el aire del otoño. Pues en invierno habrá elecciones.

En una democracia como ésta, la nuestra, pocos momentos resultan tan importantes para los ciudadanos. Será elegido el presidente, los diputados ocuparán el hemiciclo, y lo engranajes de las leyes girarán en la dirección determinada por la sabiduría de los votantes, en pro de todos, en pro del progreso. O así habría de ser. Sostengo que una gran parte de los ciudadanos se encuentra en un estado de desconocimiento. Desconocimiento de lo que ocurre en España y en el mundo, de las causas y los desenlaces del momento. Sostengo que únicamente un partido tiene ahora la capacidad de hacer progresar este estado y llevarlo a la paz y la prosperidad. Indudablemente, el Partido Socialista.

Son muchos los que acusan a este partido de estancamiento ideológico, de ser la otra cara de la herrumbrosa moneda del bipartidismo, de, incluso, ser un símil de los populares. Nada más falso, nada más equivocado. Que no hay estancamiento alguno es comprobable viendo y escuchando como se han generado nuevas políticas e ideas acordes a los tiempos modernos, algunas apropiadas, otras tal vez no. La dialéctica de un partido democrático y libre en el razonar asentará las primeras, y desechará las segundas. Que el Partido Socialista y el Popular son lo mismo, no es más que la vacía proclama de los furiosos ignorantes, producto tanto de los propios populares, cuyo índice de votantes nunca se ve sujeto a gran mudanza, como de los partidos oportunistas y rapiñadores, que inflaman a las gentes en detracción de la propia verdad. Y sobre esas cosas que se dicen del bipartidismo, he aquí mi contestación:

Que el público ve en los sondeos múltiples colores y siglas, y, venturosamente, piensa en un futuro más democrático y plural en su pensar y obrar. Y mirando al futuro se olvidan de mirar al pasado, donde las ruinas de la guerra civil aún humean, como clamando al cielo que en España sigue habiendo dos, dos digo, bandos. Están las gentes llanas, las clases medias y humildes, ricos honrados también, que luchan por una dignidad que parecía habría traído el nuevo siglo. Y están los que eran llamados los pocos, pero que son muchos y fuertes, que tienen el dinero y no retribuyen al estado lo que es del estado.

Esos son los que ansían privar a las gentes de cultura y educación, para que el país siga hundido en la ciénaga de la ignorancia y así poder seguir delinquiendo con alegría y sin impedimento. Esos son los que desean privar a las gentes de los medios con los que vivir, para que éstas, enzarzadas en la lucha por la supervivencia, no tengan fuerzas para oponerse a sus designios. Esos son los que, herejes ellos, destruyen el planeta con su codicia injusta e inmisericorde, oponiéndose a los deseos de Roma, y los juicios de la cordura. No es la de España una lucha de clases, de ricos y pobres, de conservadurismo y progresismo. Es la guerra que España lleva toda su existencia combatiendo, la lucha del deber y la justicia contra la molicie, la crueldad y la estupidez.

No importa cuántos pendones distintos cuelguen de las paredes del congreso. La derecha ominosa son los populares y los Ciudadanos. El progresismo adecuadamente moderado son los socialistas. La izquierda fragmentadora y debilitadora, como hiciese antaño, sumergiéndonos en la derrota, se sienta más a su siniestra, en multiplicidad de partidos e ideas y demagogias.

Es justo que en España ésto sea así. Es justo y necesario que en la democracia se entrechoquen las ideas de todos. Por ello, éstas son mis ideas. Léalas y juzgue. Pero no salga gritando a las calles cuando los populares, en habiendo ganado la mayoría, acaben con el estado de bienestar, cuando los Ciudadanos, que urden en la mentira, se muestren herederos de la rancia derecha, cuando los demagogos purpúreos lleven a este país a la locura y el caos, como han hecho donde han tocado el poder. Evite la ira, y corte el problema de raíz. La oportunidad para llevar a España cuatro años de buen juicio y progreso para todos se da en las elecciones.

Vote al Partido Socialista Obrero Español.

Jorge Blanco

Militante de JS de Chamberí

El 7 de noviembre Madrid se tiñó de violeta

El germen violeta de la Marcha estatal contra las violencias machistas afloró en Valencia, a raíz de una gran preocupación por el elevado número de víctimas alcanzado en nuestro país a causa de la violencia de género. Un grupo de feministas levantinas decidieron manifestarse en la capital para visibilizar su apoyo a las víctimas. Iniciativa que en pocos meses, le han llovido apoyos y adhesiones provenientes de todo el territorio nacional. Contando con el explícito apoyo del Ayuntamiento de Madrid así como de otros 100 consistorios más que lucieron bandera violeta, se han registrado alrededor de 380 organizaciones feministas territoriales y 70 nacionales, y se han adherido mareas, formaciones de confluencia, diversas entidades en defensa de los Derechos Humanos, asociaciones y sindicatos. Así como de los principales partidos políticos PSOE, IU, Podemos y Ciudadanos, sin olvidar la incorporación en el último minuto del Partido Popular, quien hace escaso mes y medio votó en contra justamente de la  principal reivindicación de esta manifestación, un Pacto de Estado contra la violencia de género, siempre en ese constante equilibrismo entre la paradoja y el insulto a la inteligencia.

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Violencias, en plural, porque éstas trascienden del ámbito de la pareja o expareja, llegando a producirse también en el entorno laboral, social o los medios de comunicación y publicitarios. Violencias sobre la mujer por el simple hecho de serlo. Según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, desde 2003, fecha en que se comenzó a contabilizar las víctimas, 807 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. Exclusivamente en lo que va de año, el número de víctimas mortales asciende a 46 (38 mujeres y ocho menores) una cifra que podría incrementarse hasta las 51 de confirmarse los cinco casos que actualmente se encuentran en investigación. Sin embargo, la estadística sólo contabiliza las agresiones en el marco de una relación sentimental, por lo que se trataría de un recuento parcial.

Resulta llamativo que de las anteriores cifras de 2015, únicamente siete habían denunciado y sólo dos tenían medidas de protección. Cifras que hacen sonar todas las alarmas y que sin duda hacen tambalearse los pilares de cualquier Estado que se haga llamar democrático.Unas cifras que llenaron el sábado las calles de Madrid de personas que alzaron la voz al unísono diciendo que no lo toleran más, reivindicando medidas eficientes y eficaces, soluciones reales a un problema que, por su enjundia y gravedad, nos afecta a todos como sociedad. Miles de personas que se echaron a las calles desde la glorieta de Atocha hasta plaza de España gritando que el machismo mata y protestando contra el orden patriarcal establecido que sigue originando víctimas de forma incansable. Pancartas, lazos, batucadas para mostrar un absoluto rechazo a la falta de respuesta contundente al goteo constante de asesinatos machistas, al recorte producido en un 26% desde 2010 al presupuesto para la prevención de la violencia de género, a la disminución en un 61% a la que han sometido los recursos del programa específico para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en una sola década.

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Voces aunadas bajo el manifiesto del que se hizo lectura este 7N, y que reivindicaba principalmente, por un lado, que esta lucha sea cuestión de Estado, además del compromiso social, organizativo e institucional para con esta causa, una apuesta prioritaria en la agenda pública (implementar medidas de prevención y protección junto con una reversión de los recortes en estas políticas) y por otro, que la Ley Integral contra la Violencia de Género se amplíe a todas las formas de machismo violento que señala Naciones Unidas, como la agresión sexual o la mutilación genital femenina. También un cambio real y adecuado en el tratamiento del lenguaje por parte de los medios de comunicación, ya que aquél perpetúa los sexismos según sea su uso y contribuye a dar visibilidad a estas violencias.

El éxito de la Marcha estatal contra las violencias machistas ha sido rotundo, pero lo importante es lo que viene después. Espero que haya suficiente concienciación y compromiso cívico y político con esta causa, pues si una gran parte de la población no puede ejercer su ciudadanía plena, no hay democracia.

En memoria de las que nos faltan. Nos queremos vivas.

Carmen Gutiérrez

Secretaria de Justicia y Memoria Histórica de JSCh

El poder de los ineptos

En la antigüedad, reyes de grandes imperios cuestionaron decisiones importantes  que determinarían sus éxitos o fracasos en el futuro; planteándose preguntas tales como ¿Emprendo esta batalla o la rechazo? ¿Me alío con éste o con el otro? Sus respuestas la mayoría de las veces consistían en emprender la batalla o aliarse con el que más le beneficiara y que los dioses les ayudasen.

¿Pero qué era lo que realmente les empujaba a lanzarse hacia el abismo de lo impredecible? El fin era la búsqueda de riquezas materiales que obtendrían con la conquista del territorio enemigo, que les proporcionaría, fama y obediencia en su época. Pero sobre todo, el honor de ser recordados en la historia si lograban colocarse en la cúspide del poder.

Desde los orígenes del mundo, el ejercicio del poder aunque muy lentamente ha ido evolucionando, no sólo en la detentación del mismo sino también en su finalidad, pasando del poder del más fuerte y absoluto, que empleaba la fuerza y el castigo (aún hay países dirigidos por este poder); al poder democrático y del diálogo, aunque éste la mayoría de las veces no se practica, pues muchas autoridades,  en su afán de ambición, se empeñan que el poder mantenga en su ADN  la manipulación.

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27S: ¿Un plebiscito para la independencia?

El otro día me pasé por el bar Manuela, en el barrio de Malasaña, a escuchar a Lluís Orriols en el primer Cervezas y Politikon de este curso. La charla se titulaba “27S: ¿Un plebiscito para la independencia?” y como es lógico trataba de las próximas elecciones en Cataluña. En este post voy a contaros las ideas con las que me he quedado (aunque nada como el original) mezcladas con alguna que otra reflexión personal.

La primera parte de la charla trataba el “¿de dónde venimos?”, es decir, hitos importantes que dan pie a la crisis actual en Cataluña.  Personalmente creo que aunque están muy manidos, por lo menos en Madrid tenemos cierta tendencia a olvidarlos o a restarles importancia, incluso de forma subconsciente. Estos eventos clave son:

  • La sentencia del Constitucional en 2010 sobre el entonces nuevoEstatut, ya sabemos que más que sus implicaciones prácticas (el 95% del recurso de inconstitucionalidad del PP fue rechazado por el tribunal) lo que produce en muchos catalanes es una sensación de que el diálogo no es posible, cerrando puertas o salidas a la crisis que vino en 2012.
  • Esta crisis de 2012 se desencadena debido a dos elementos, el primero de ellos es que el PP gana las elecciones. En Cataluña  ya sabemos que en general el PP cae como un tiro (igual que los tories en Escocia, por cierto).
  • En segundo lugar hay que mencionar la crisis de deuda, que afectó bastante a Cataluña y acabó con la Generalitat intervenida (rescatada) lo que supone de facto la anulación de la autonomía (con hombres de negro y todo, al más puro estilo Troika).

Llegados a este punto Lluís Orriols comparó la situación con la de Grecia: los rescatadores imponen unas condiciones que los rescatados interpretan como agresivas hacia su autogobierno, lo que en este caso da lugar a la escalada independentista. Por mi parte quiero recordaros, antes de que alguno piense “estos catalanes, mucho hablar pero hubo que rescatarles”, que el municipio de Madrid también hubo que intervenirlo (aunque acabamos el plan de ajuste el año pasado), así que mejor dejar estos debates merluzos deáreas geográficas listas y tontas, que solo sirven para caer mal a los demás.

Plantándonos en el presente, tenemos que 1/3 de los ciudadanos catalanes están “desafectos y desconectados” (vamos que son independentistas y no tiene arreglo), si bien el grupo de votantes que  va a decidir quién gana estas elecciones (lo  que le falta al independentismo puro y duro para ganar) es federalista, en el sentido de que es gente que no es independentista pero se inclina por más autogobierno, ahora bien, dado que lo que se les ofrece por el “otro lado”, que por parte del gobierno actual es poca cosa, actualmente prefieren la independencia al statu quo. Este grupo de ciudadanos son clave para resolver el embrollo, ya que se les podría convencer haciendo así que el número de independentistas fuera insuficiente. Aquí Lluís Orriols apunta que si en las próximas generales gana el PP esto se tornará imposible (y seguro que muchos de los que leáis esto estaréis de acuerdo).

“¿Dónde estamos?” fue la segunda parte de la charla, que trató de las expectativas de cada partido de cada a la campaña electoral. Como podréis encontrar mucha información por ahí daré solo unas pinceladas:

  • Como es evidente la campaña ha empezado muy bien para los soberanistas, con la exitosa manifestación de la Díada. Además la polarización alimentada por Ciudadanos y el PP de Albiol les beneficia también a ellos. De éste modo el bloque independentista (JuntspelSí y la CUP) tiene el viento favorable.
  • Una movilización de última hora de votantes no independentistas podría dar problemas a los independentistas (ya pasó en 2012).
  • De la lista patrocinada por Podemos  (Catalunya Sí que es Pot) se habló largo y tendido. Como todo el que me conoce sabe, me paso media vida poniéndoles verdes, así que esta vez lo dejaré en que parece ser que esta vez la candidatura de confluencia no les va a ir tan bien, si bien es cierto que el debate identitario no se lo pone nada fácil.
  • La estrategia del PP poniendo a un candidato tan “halcón” como Albiol se debe a una estrategia de resistencia en unas elecciones que no pueden ganar, donde además es Ciudadanos la referencia en el debate identitario por la parte unionista. De hecho muchos exvotantes del PP es posible que voten a Ciudadanos esta vez.

En la tercera parte “¿A dónde vamos?” el ponente explicó un posible escenario para después de las elecciones. El hecho de que se vayan a contar escaños y no votos quita credibilidad al procés, y además parece que vamos al escenario más complicado posible: que el independentismo gane en escaños pero no en votos. Podría ocurrir que el proceso pase a ser autista (que los convencidos no sean ya capaces de convencer a más gente) y altamente imprevisible (p.e. si se hace una votación sobre la independencia en el parlament ¿Qué harán los diputados de Catalunya Sí que es Pot?).

Bueno, se dijeron muchas cosas más y las preguntas de los asistentes fueron también muy interesantes, pero para acabar este post voy a centrarme en lo que más me interesa, que es el papel del socialismo (PSC y PSOE) en todo este asunto.

Para empezar me llamó mucho la atención que solamente se hablara del PSC en el turno de preguntas, y no porque crea que el ponente quisiera ignorarlo deliberadamente. Parece que el PSC tiene que aceptar la situación y renunciar al electorado catalanista y poco más, esperar a que la situación sea propicia con otros debates. A mí me preocupa bastante que los mayores defensores e impulsores de la opción federalista (aunque esa defensa y ese impulso sean desdibujados o insuficientes) tengamos un papel tan anodino.

Esto enlaza con otra cuestión, que es qué pasará tras las elecciones generales. Un cambio de gobierno podría ayudar a resolver la situación, aunque desde luego no automáticamente. Más allá de que en mí opinión eso es muy difícil que ocurra, dado que el PP está subiendo sus expectativas para estas elecciones bastante más que nosotros, el PSOE solo no basta para esta labor. Además que no tendría votos suficientes para formar gobierno en solitario, es cierto que hay que ofrecer algo nuevo a los ciudadanos (ya ha quedado claro que somos aburridos), y no solo en Cataluña. Ahora bien, yo desde el auge de Ciudadanos he creído que podrían ser un posible apoyo para formar un gobierno cuyo objetivo principal fuera una reforma de la Constitución (otra cosa son temas como políticas sociales, reforma fiscal etc.), ya que  no sé qué puede aportar un partido como Podemos, que tanto la desprecia.

La postura de Lluís Orriols, que defiende que tras las generales Podemos y la postura que adopte son clave en cuanto a Cataluña se refiere, me ha hecho reflexionar (y ojo que esto es solo cosecha propia) y me lleva a pensar que mi punto de vista es muy madrileño, ¡porque Ciudadanos no es nuevo para los catalanes! Y además su papel protagonista en la postura unionista quizá impida que sirvan para convencer a esos catalanes federalistas, que ahora prefieren la independencia pero que quizá puedan ser convencidos.

Concluyendo, como punto negativo el PSOE y el PSC tenemos mucha tarea pendiente para tratar de ser no solo determinantes para el resultado, sino también creíbles y convincentes y que nuestras propuestas sean también objeto de debate en la sociedad (los que desde luego en este momento somos autistas somos nosotros y no el procés).

Como puntos positivos, hay que decir que estando tan mal el PSC y tan bien otras fuerzas, la distancia real en % de voto estimado no es tanta (lo que para unos son expectativas más o menos positivas (Cs y quizá Catalunya Sí que es Pot) para el PSC solo puede calificarse como una mierda), y que Podemos, con quienes competimos por muchos votantes de izquierda, va a tener que definirse en temas complicados y tomar muchas decisiones importantes que le pueden pasar factura. La situación de los partidos soberanistas también va a ser complicada después de las elecciones, pues el final de este embrollo será el que tenga que ser, pero no va a ser tan fácil como ellos venden ni muchísimo menos.

 

Antonio Rodríguez

Secretario de Movimientos Sociales e Inmigración de JS de Chamberí

 

Sobre finalizar un papel doloroso

“Y mañana, y mañana, y mañana,

así  se arrastra, paso a paso y día a día,

hasta la sílaba final con que el tiempo se escribe.

Y todo nuestro ayer iluminó a los necios

la senda de cenizas hacia la muerte. ¡Apágate, breve

                                                                [llama!

La vida es una sombra, que camina; un

                                                               [pobre actor

que con orgullo en el escenario consume su tiempo

y luego nunca más se le vuelve a ver”.

 

                                           William Shakespeare, Macbeth

 

Así las palabras del bardo inmortal han de hacernos juzgar que cada uno no es más que un actor, su vida y sus actos, un papel,  y todo ello, un suspiro. Ahora bien, ciertamente hay aspectos de tal papel que cada uno puede escoger, pero otros no. Y entre estos los hay que antes de que siquiera la obra comience, ya sabemos que van a estar cargados de dolor, tristeza y miedo, sin poesía ni gloria alguna.

Y tal es el caso de los niños no natos que padecen algún problema que no solo los condenará a una vida de sufrimiento, sino que también pondrá en peligro a la madre, y sumirá en pena a los allegados.

Y tal es el caso de aquellos niños que son producto del infame acto de la violación, pues si bien el amor de la madre todo lo puede, son también recuerdo vivo de su causa propia, amén de no estar tal vez la familia preparada para criarlo, haciendo crecer el túmulo del problema.

Y la solución que se ofrece en estos tiempos es el llamado aborto, que pacifica una vida de daño antes de que esta comience, sacando de la existencia a un ser que no conoce el existir, en un acto de piedad superior y fuerza racional por parte de todos los implicados.

Pero hay quien dice: Yo juzgo que acabar con tal criatura inocente es provocar una muerte vil, privando de todo lo bueno de la vida, solo por miedo a una causa de sufrimiento, antes de dar oportunidad a que todo se inicie. Esto me parece que va contra todo, me causa dolor y lo rechazo.

Es la contestación: que la vida ciertamente está llena de cosas buenas, mas hay quien ya desde el nacimiento por su condición estará privado de ellas. Pues podemos dejarnos llevar por la pasión y traer al mundo a un ser que solo habrá de sufrir, o hacer que sea la razón quien nos guie, y realizar un acto que duela a nuestra humanidad en un principio, para evitar  con gran piedad un tiempo venidero lleno de sufrir, haciendo que la realización del primer acto suponga un gesto de mayor humanidad, difícil, mas bueno, justo y humano, que se yerga como una columna honorífica a la razón en conjunción plena con el ser humano en su definición más cálida y candorosa.

Del mismo modo que en un principio la aguja del doctor nos hace daño e incluso atemoriza, produce muchos y muy grandes bienes en nosotros, pues nos salva de daños futuros. Del mismo modo el aborto puede hacer mucho bien si es realizado por motivos justos y racionales.

Si permitimos que el miedo y las pasiones cerquen nuestra mente en este asunto, solo provocaremos dolor y pena. Si empuñamos la razón en nuestra diestra y avanzamos correctamente, estaremos haciendo lo que se espera de nosotros, pues de otra manera, superando la pasión a la razón, seríamos poco más que bestias moles e inmundas, indignos por completo de llamarnos ostentadores de razón, moral y humanidad, esto es, humanos.

 

Jorge Blanco

Militante de JS de Chamberí

La educación en España, una cuestión pendiente

Vivimos en un mundo globalizado gracias a las nuevas tecnologías que han revolucionado las comunicaciones y están permitiendo y fomentando la interacción constante entre culturas, sociedades y mercados a escala mundial. En esta nueva realidad en la que nos encontramos, los países más avanzados han llegado a la conclusión de que su competitividad, fundamentalmente económica, depende del nivel educativo de sus ciudadanos. Por ello están revisando sus sistemas educativos con el fin de hacerlos más eficaces. Esta revisión provoca debates y la necesidad de comparar sus resultados con los países o sociedades vecinas con el fin de mejorarlo.

Por todo lo anteriormente expuesto, están adquiriendo más influencia medidores como el informe PISA, Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (por sus siglas en inglés: Program for International Student Assessment), elaborado por la OCDE, que se emplea para mostrar los sistemas educativos que consiguen mejor rendimiento escolar de sus alumnos. Es importante mencionar que existe una gran controversia acerca de la utilidad de los indicadores de este informe pues deja de lado gran parte de las inteligencias múltiples de la actual pedagogía, aunque esto es cuestión de otro debate, y los indicadores actuales presentan una fuente comparativa válida.

En los últimos años, de acuerdo con los resultados de este informe, observamos que, además de algunos países asiáticos como Corea del Sur o Japón que ocupan los primeros puestos y países occidentales como Canadá o Australia, los países europeos que mejores resultados obtienen son Finlandia, Bélgica, Holanda o Noruega.

Los sistemas educativos de estos países del norte de Europa tienen una serie de características comunes: presentan unos planes de estudios estables, es decir, no han sufrido cambios significativos en bastantes años; su educación es principalmente pública, existiendo educación privada pero minoritaria; emplean un mayor gasto en educación, lo que permite tener más recursos y una educación más individualizada; un mayor reconocimiento social del profesorado y del papel de la educación en la sociedad; un mayor uso de las nuevas tecnologías y de actividades creativas y prácticas, en especial en los primeros años de escolarización; y busca en todo momento la implicación de las familias en el proceso educativo de sus hijos. Los métodos de evaluación son poco relevantes en los primeros años de escolaridad, se inicia la escolarización obligatoria en torno a los seis años de edad, las jornadas escolares presentan pocas horas lectivas con sesiones de clase de menos de una hora y separadas unas de otras por varios minutos de descanso. Se les concede la misma importancia a las enseñanzas técnico-profesionales que a las universitarias y los sistemas educativos son integradores aunque presenten varios itinerarios.

13-Diciembre-10blog

Los alumnos españoles están obteniendo en las pruebas PISA calificaciones bastante negativas dentro del contexto europeo. Todo lo anterior nos lleva a pensar que algunas de las causas de los malos resultados son las políticas educativas llevadas a cabo en nuestro país: las distintas reformas educativas que no han llegado a consolidarse, la reducción del presupuesto educativo a través de los recortes, el enfoque tecnológico del currículum desarrollado por la mayoría de las leyes educativas, y agravado por la LOMCE, que entiende la escuela como una empresa donde sólo importan los resultados, cumplir los objetivos, no importando los medios utilizados para conseguirlos, sin otorgar a cada etapa educativa su identidad propia más allá de un preparatorio para la siguiente; y por consiguiente la falta de flexibilidad real de dicho currículum que  concede muy poco margen a centros y profesores para que puedan introducir en él las novedades que consideran necesarias para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje y, por tanto, elevar el rendimiento escolar; el escaso protagonismo de los alumnos en el proceso de aprendizaje, la escasez de recursos pedagógicos y de las TIC, etc.

El sistema educativo español necesita una reforma en profundidad, empezando por una defensa a ultranza de la enseñanza pública, un currículum práctico y flexible, mayores recursos, etc. Pero la esperanza de renovación en la enseñanza española ha desaparecido con la implantación de la LOMCE. Hemos vuelto a perder la oportunidad de conseguirlo.

 

Jorge Piris 

Militante de JS de Madrid

 

Ilustración: Manel Fontdevila

Sobre la desidia política y sus consecuencias perniciosas

En España, ya desde que se constituyó como una nación única, han sido muy contados los momentos en los que no ha sufrido la enfermedad de la desidia y el abandono de sus asuntos políticos. Este nuestro país, de hecho, cuenta su historia como una sucesión de crisis, pobrezas, derrotas y otras desgracias casi siempre debidas a la dejadez más indolente. Y esto, hoy en día, continúa como un monumento herrumbrado a la inacción, la codicia, el desprecio y la desidia en la política.

De facto, muchos dirían que el actual clima de repulsa a la política no viene sino condicionado por la última de nuestras crisis, que además de ser muy grave y aún hoy atenazarnos, ha sido poco comprendida. Ya Karl Marx había dicho en Das Kapital que el final al que se encamina el sistema capitalista es la crisis económica, cuando gentes y entidades financieras por igual pierden la confianza en los bancos. Si bien no se trata de juzgar nuestro sistema económico, lo que es cierto es que la crisis golpeó al orbe entero.

Aquí en España, se añadió a las características globales de la crisis el elevado nivel de corrupción, en especial aquel del sector inmobiliario, que siempre había sido grave, pero además experimentó gran auge tras la “Ley de Recalificación de Terrenos” de 1996, lo que infló el mercado de construcciones que no se hubieron de vender, siendo innecesarias en muchos casos, ya que su propósito único consistía en el enriquecimiento de los dirigentes del sector y los políticos que los ampararon, que hoy en día gozan de grandes dineros en pago a aquella ayuda indispensable que prestaron, en detrimento de toda la nación.

Lo peor del asunto es que gracias a astuto subterfugio e ignorancia general, la burbuja vino a explotar en el seno de la izquierda política, que ganó un descrédito que en gran parte no merecía. En este momento llega lo peor. Las izquierdas, que en España y en general siempre están fragmentadas, se difuminaron más. Miles cayeron ante la perversidad fácil de abstenerse de participar en algo que era denostado por todos. Y como siempre que esto ocurre, la derecha salió ganando, porque en España, después de la caída del Franquismo, la derecha toda acabó unida en lo que hoy es el Partido Popular, menos algunos pocos renegados que se mantuvieron en las FET de las JONS y otros partidos similares (los cuales, a todo esto, deberían estar muy prohibidos).

Con la derecha fuerte y la izquierda desunida y frágil el país vive una terrible época, en que la cultura y los derechos se ven asediados continuamente, y ante tan fuerte ataque no dejan de perder plazas fuertes que se han considerado indispensables en esta sociedad moderna. Todo el mundo se puede dar cuenta que bajo estas nuevas directrices España no ha hecho otra cosa que perder, y es que el fin que persigue la derecha no es una idea de cómo ha de ser el Estado, ni el bien de aquellos que lo forman, sino el simple enriquecimiento y amasamiento del poder, destruyendo todo lo que haga falta, a fin de tratar de llenar su propio vacío con todo aquello que van robando a la humanidad. Viendo esto, la izquierda parece algo lógico, sin embargo, ya sea por acción de la derecha o por el caos de la situación, la sociedad parece reticente, e incluso los propios progresistas vacilan.

De este mar revuelto surge uno de los peores peligros que acechan en la política: el populismo. Ya Platón había denunciado esto, advirtiendo de los problemas que puede traer la demagogia, que se aprovecha de la desesperanza y hastío generalizados, la desidia, para alcanzar objetivos cuanto menos poco beneficiosos para la sociedad, en muchos casos. Una de las más viles artimañas que además esgrime este ente es que puede manifestarse tanto en la derecha como en la izquierda, si bien en el caso actual parece que la derecha sigue copada por el PP y otros elementos, más rosados. Este populismo se aleja de todo, lo ataca todo, y aún cuando precisamente lo que la izquierda necesita es la unión y el entendimiento como gentes de pro, los demagogos se desentienden de todo, pues, al fin y al cabo, sus objetivos, ciertamente, y esto sí, ocultos, son como los de la derecha.

De este modo, la desidia política carcome al Estado, pues las derechas y otros sectores no utilizan la política sino como un instrumento aburrido para conseguir lo que desean. El pueblo llano, asqueado por las corrupciones, la ineficacia y la vileza reinantes se sumerge también en un estado de desidia, casi defección para consigo mismos y los suyos, pero comprensible al fin y al cabo, si bien  permitiendo de este modo que ciertos movimientos dañinos se asienten. Y finalmente, la desidia reina también en la izquierda, pues ha permitido que se llegue a este estado, siendo ella la guardiana del correcto progreso de España. Solo queda confiar en que se vuelva a levantar con fuerza, trayendo el orden y el progreso, y retribuyendo al pueblo la cultura, los derechos y su dignidad, que aún en sus peores momentos hicieron grande a esta nación.

Jorge Blanco

Militante de JS de Chamberí

Lo que el nacionalismo calla

Para alguien que se  defina de ideas progresistas o de izquierdas la palabra democracia debería ser su máximo mandamiento, pero  surge otras dudas ¿Qué es la democracia? Si partimos de la premisa de que la democracia es la voluntad de una mayoría de un determinado grupo, para aquellos que se llenan la boca haciendo llamar demócratas, la  voluntad de la mayoría bastaría para elegir sobre una hipotética propuesta. A partir de aquí surgen varias dudas: ¿Dónde quedan las reglas de juego? ¿Qué ocurre cuando una sociedad está siendo bombardeada de mensajes erróneos para conseguir un determinado fin? Ya todos sabemos que una mentira dicha mil veces se convierte en verdad.

¿La voluntad del pueblo?

Si bien años atrás Artur Mas decía que el tema de la independencia era algo arcaico, ahora donde dice digo dijo Diego. El presidente de la Generalitat no para de mencionar en sus discursos la voluntad su pueblo, pero ¿De qué pueblo, solo la Cataluña independista o también aquella Cataluña que se siente cómoda y orgullosa dentro de España? Curioso es también que no hable del verdadero origen del nacionalismo que catalán que es por antonomasia burgués. Es esta la misma burguesía  que utilizó y utiliza a las clases medias y obreras envolviéndose en la bandera independista. Se le olvida también decir que Cataluña es la comunidad de España con más recortes; al fin y al cabo el Partido Popular y CIU no son tan diferentes.

Cuando para implantar  ideales de superioridad prefabricada  se recurre a frases con altas dosis de mendacidad, el sentimiento de legitimidad queda reducido a la nada.

EL independentismo  cuando menciona a  España lo hace con un sentimiento de supremacía y victimismo a la vez que nada o muy poco tiene que ver con la realidad. Tenemos el ejemplo del señor Santiago Espot, presidente de Acciò Catalana que cada vez que visita un medio de comunicación habla mostrándose con aires de legitimad  y salvapatrias de los Catalanes, exponiendo el supuesto expolio por parte de España.

 “Espanya ens roba” o “Puyol nos roba”

Dados los últimos acontecimientos queda claro que ladrones hay en todos lados. Quizás aquellos que hablan de robo por parte del resto de España a Cataluña deberían mirar dentro de la misma Cataluña a ver si hay amigos de lo ajeno antes de buscar fuera. Podemos ser acusados de demagogos los que ponemos como ejemplo de icono caído a Puyol, catalán de camisa y suizo de bolsillo. Es honesto decir que la mayoría de los catalanes pro independencia son gente horrada que nada tiene que ver con la familia Puyol, ni con su modus operandi, pero es imposible no mencionar este caso, no solo porque ha sido presidente de la Generalitat, sino también porque ha sido una de las caras visibles del catalanismo independistas con mayor repercusión.

“España será federal o no será”

Ya desde la segunda república se está utilizando esta frase. Es cierto que la relación entre Cataluña y las demás comunidades de España debe mejorar, pero para esto hay quejar atrás la inmovilidad del actual gobierno de España, y apostar por un mayor consenso entre catalanes y el resto del país. Habrá que trabajar y poner una mayor voluntad por parte de todos, estando abiertos a la posibilidad de dialogo.

Francisco Gutiérrez

Militante de JS de Chamberí

Orgullo LGTB 2014

Como cada año, las Juventudes Socialistas de Chamberí hemos participado en las distintas actividades llevadas a cabo tanto por los colectivos en defensa de los derechos de las personas LGTB, como los organizados por el Partido Socialista, con motivo del Orgullo 2014.

Este año, con el lema “Nos manifestamos por quienes no pueden“, hemos reclamado la importancia de la lucha por la igualdad real, no solo en nuestro país -donde los derechos no están ni mucho menos afianzados-, sino también en aquellos países que más hostigan a la población LGTB. En la manifestación estatal del Orgullo LGTB de este año, las Juventudes Socialistas y el PSOE han reivindicado la necesidad convertir la lucha contra la LGTBfobia en un compromiso de nuestra política exterior, contribuyendo a eliminar la desigualdad en aquellas regiones más hostiles.

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El río que suena

No soy muy dado a refranes, pero ante el reto de elegir al Secretario General acertado para nuestro partido, todo es bienvenido.

Y es que a priori, vislumbrar las diferencias entre candidatos no parece tarea fácil. Los discursos son lo que cabe esperar de quien aspira a liderar al PSOE, o mejor dicho, lo que se sabe que los militantes y simpatizantes socialistas deseamos oír. Frente a esto, la enorme responsabilidad que tenemos como militantes consiste en discernir qué es real, qué hay detrás, quién cumplirá y quién puede y quiere cambiar las cosas. Y es aquí donde navegamos en un terreno de subjetividades pero también de hechos claros. Es aquí donde la marabunta de artículos de opinión y análisis periodístico puede ayudarnos, y donde debemos buscar hechos y verdades, que los hay, con los que formarnos una mejor opinión.

Mis dudas iniciales entre Pedro Sánchez y Eduardo Madina han quedado más que superadas cuando he reflexionado más allá de su apariencia y su discurso general. El líder que necesitamos es aquel capaz de generar titulares que recojan los avances reales que está produciendo, que permitan creer de nuevo en él, y Eduardo Madina es ya responsable de un gran titular: “Los militantes decidimos”. Eso es un hecho, eso es un punto a favor de su candidatura, y con ello ha puesto en evidencia algunas cosas que necesitan cambiar.1252865181939danipozodn

Necesitan cambiar esos barones asustados que para que nada cambie rogaron a Susana Díaz que se hiciese con las riendas del partido. La época del control interno, de las familias, de los intereses de unos pocos, ya ha pasado y  la participación de la militancia diluye las cuotas de poder, los malos incentivos y las negociaciones oscuras, se pone en valor la honestidad y purifica la organización. No quiero nombres que representaban votos grises y poder detrás de un candidato, no quiero a Pepe Blanco, padrino político de Pedro Sánchez. Y me apena que la primera decisión de Pedro Sánchez haya sido elegir a José Cepeda como jefe de campaña (de la familia guerrista, y capaz de dar la vuelta en votos a varias agrupaciones de Madrid, eso sí). ¿Y quién es la jefa de campaña de Madina entonces? Una experta en comunicación política que trabajaba para el grupo socialista en el senado. ¿Cuántos votos habrá conseguido con eso? Espero que muchos, pero solo a través de una buena campaña, y nada de clientelismos. La apuesta de Edu Madina por el talento lleva otro nombre clave, Bernardino León.

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