Las Ruinas de Haití

Releyendo las páginas de los grandes diarios acerca de la catástrofe ocurrida en Haití, no es difícil encontrar diferentes culpables de lo ocurrido que van, desde las explicaciones más repetidas, como la inestabilidad política o el subdesarrollo económico, hasta las más desafortunadas, como la ofrecida por Pat Robertson, ex candidato a la Casa Blanca y telepredicador de la CBN, que defendió que la culpa del terremoto radicaba en el pacto que Haití hizo con el diablo para lograr su independencia.

Llama la atención sin embargo, que ningún medio de comunicación haya explicado detenidamente, por ejemplo, que  tras la llegada de Cristóbal Colón, la población de Haití pasó de medio millón de habitantes a tan solo 11.000 en apenas 30 años, lo que hubo de ser remediado mediante la importación masiva de miles de seres humanos traídos como esclavos desde las costas africanas. Es curioso también,  que no cuenten que siglos después, y tras pasar la colonia a manos francesas, los esclavos negros, influenciados por los aires revolucionarios llegados de la metrópoli, comenzaron una sublevación que sería contestada militarmente por Napoleón. Olvidan además, que tras una larga y devastadora guerra, y después de aceptar el pago de una indemnización de 150 millones de francos a los ex colonos franceses, (indemnización que tardaría en pagar más de 100 años y que equivaldría más o menos a 21.700 millones de dólares o lo que es lo mismo a 40 veces el presupuesto anual del gobierno antes del terremoto) los haitianos lograron su independencia aboliendo por vez primera la esclavitud en el continente, lo que provocó sin embargo, un rechazo generalizado en los demás estados americanos que sometieron al nuevo país a un cruel aislamiento. Tampoco dicen que posteriormente, y para poder seguir haciendo frente al pago de su “deuda”, Haití necesitó pedir prestado dinero al CITIBANK de Nueva York. Y que este, ante la continua falta de pago por parte de las autoridades haitianas no dudó en recurrir al ejército norteamericano en 1915, a fin de lograr el pago de las “letras atrasadas”. Por último no menciona nadie que la invasión de Haití por EE.UU.  se saldo con la conversión del Banco Nacional en una sucursal del CITIBANK, y que posteriormente se sucedieron numerosas dictaduras inestables apoyadas por occidente y otras tantas invasiones que hicieron de Haití el lugar que hasta hace poco conocíamos.

Por otro lado, y aunque podríamos profundizar aun más en la trágica historia de Haití, no querría cerrar estas líneas sin dedicar unas palabras a las políticas de desarrollo establecidas en Haití por el FMI en los últimos años, que al mismo tiempo que promovía sus conocidas recetas de “liberalización” de los servicios públicos, desarrolló una política agraria que alimento un circulo vicioso de la pobreza que se podría resumir básicamente en los siguientes puntos.

1º Concesión de préstamos para la adquisición de maquinaría procedente de los países desarrollados en aras de aumentar la producción agrícola.

2º Aumento de las tierras de monocultivo con la consiguiente expulsión de sus propietarios que se ven forzados a emigrar a la capital.

3º Aumento de la producción mundial de dicho monocultivo que conlleva una bajada del precio del mismo en el mercado agrícola internacional y por lo tanto menores ingresos para el país productor.

4º Este a su vez debe endeudarse nuevamente para aumentar la producción y así poder compensar la bajada de ingresos ante la acuciante necesidad de pagar los préstamos obtenidos previamente.

Después de todo quizás cabría corregir al Reverendo Robertson, diciendo que el error de Haití no fue pactar con el diablo, fue pactar con nosotros.

3 comentarios en «Las Ruinas de Haití»

  1. Ángel dice:

    Y más sangrante aún, ha sufrido de la especulación mundial de los alimentos. En un efecto parecido al que relatas Jorge:

    – El FMI y la FAO dicen a Haití que no produzcan ciertos alimentos, pues los va a encontrar más baratos comprándolos en el mercado internacional. Así concentran la producción en los países donde parece más eficiente la producción. (con consecuencias como descender por ejemplo el número de variedad cinegética que se produce hasta un número preocupante, dado que cada variedad tiene unos nutrientes diferentes)

    – Se crea un mercado de futuros en el mercado internacional de alimentos y empiezan a comprarse valores de alimentos que aun no existen, haciendo que aumente la demanda falsamente.

    – Suben los precios cuando de verdad esos alimentos ya están producidos se venden más caros. Los que compraron dichos valores, ganan dinero especulando. Antes de la crisis internacional el mercado internacional de alimentos básicos se encareció un 50% influido por la especulación.

    – Cuando pasan unos años, Haití pierde dicha capacidad de producir los alimentos que la Fao y el FMI les aconsejaron no producir, pero ahora están un 50% en los mercados internacionales.

    Las consecuencias es que producen más de ciertos cultivos que no necesitan, como tu dices, y esto le genera más deuda por el proceso que explicaste y además, de los productos que necesitan, no tienen capacidad de producción y los tienen que comprar más caros.

    una vergüenza…

  2. Jorge dice:

    En realidad, y como bien dices Ángel, el FMI y demás organismos institucionales están llenos de mecanismos perversos. Además llama la atención, que grandes multinacionales (las que nos ponen el café y el cacao en la mesa todos los días) sean los que controlan el mercado de commodities de alimentos, y tengan poder de lobby en todos los organismos supranacionales. Como siempre ganan pocos, pierden muchos.

    Saludos

  3. Manuel dice:

    Es normal que después de las catástrofes se produzca un aumento de la inflación venido de la destrucción de la industria, agricultura y todo demás sector productivo.

    Lo que más debe preocuparnos es que se convierta en un país cuya capacidad productiva esté controlada por multinacionales (lo que pasa en Senegal) mayoritariamente. Esto trae consigo una mayor dependencia de intereses extranjeros, una producción limitada de recursos por parte de la población nativa y una entrada masiva de productos extranjeros.

    Muy buen artículo Jorge,
    un saludo

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