La responsabilidad es de todos. Los Ciudadanos (II)

Tras haber analizado la responsabilidad que las empresas tuvieron en la crisis internacional y en su rápida degradación debida a las consecuencias ha tenido en España, me centraré en analizar una responsabilidad que normalmente nadie asume o cita: la responsabilidad de los ciudadanos.

Se podría estudiar el comportamiento desde la sociología y las consecuencias que largas décadas de modelo neoliberal a escala global han tenido sobre nuestra forma de actuar a nivel macroscópico. Si un sociólogo hiciera un boceto de las características que tenia la Europa de los años 80 de prosperidad basada en la solidaridad entre países, este boceto no tendría nada que ver con una fotografía actual. Si bajamos la escala sociológica, de países a pueblos y de pueblos a personas, también se ha degradado en exceso la solidaridad de unas con otras.

Felipe González firmando el tratado de adhesión a la UE en 1985

En este proceso de pérdida de solidaridad entre los propios ciudadanos, ha influido en gran parte la transformación de un país agrario y en cierto sentido industrial, donde prima el trabajo en equipo, a un modelo de país de servicios neoliberal, donde la competencia es el sino último.

Los modelos de empresa cambiaron y tras presionar al trabajador de manera individual, tras hacerle que vea sus objetivos como únicos a la hora de primar su trabajo, en función de su desempeño no colectivo, se instala en la sociedad un comportamiento asociado peligroso. Si a esto le sumamos la facilidad especulativa de ganancia de capital que hubo durante el final de los 90’s y principio de  los 00’s, tenemos una sociedad basada en el egoísmo colectivo (concepto explicado en el anterior artículo) Trazos de esta sociedad:

  • La pérdida del sentimiento de pertenencia a barrios en las grandes ciudades, el crecimiento del número de empleados de las multinacionales, hasta considerar a los mismos como nº de ítem y no personas con nombres y apellidos.
  • La pérdida de los espacios públicos.
  • El consumismo exacerbado.

Estos factores tienen consecuencias nefastas en el modelo social en el que vivimos, trampa del propio capitalismo que se devora desde sus mismas entrañas. La búsqueda de objetivos personales dentro de una misma empresa, poniendo la competencia como primer valor, hace que se dificulten al extremo la búsqueda de objetivos colectivos. Y si pasa con una empresa, al igual con la ciudadanía que convive en un estado de derecho. La búsqueda del bienestar personal, sin pensar en que este sólo depende de una convivencia en igualdad, empeora el rendimiento de un país. Los liberales lo niegan, pero es así. Las tasas de desarrollo de países más justos, con empresas que cumplen con su responsabilidad social corporativa, con ciudadanos más implicados socialmente, esas tasas son mayores que en países donde reina la individualidad. Al igual por ejemplo que mientras más democracia hay más crecimiento. Así como mientras más igualdad hay en las sociedad, estas progresan más.  Un ejemplo de esto podemos ver en un gráfico realizado con Gapminder, software gratuito de generación de estadísticas comparativas de variables socioeconómica.

Ante la crisis y los efectos, todos podemos hacer algo. Pequeños gestos, o grandes según su trascendencia. Sobre la Responsabilidad Social Corporativa, cabe destacar la gran labor que por ejemplo está haciendo la Junta de Andalucía, a través de su Servicio Andaluz de Empleo , con la iniciativa del Social Confirming. Un observatorio donde trabajadores, empresarios  y administración buscan la mejor manera de lograr los objetivos mutuos de RSC.

La pregunta es: ¿Podemos hacer algo los ciudadanos?

  • ¿Cuántas personas te han preguntado este año por un puesto de trabajo?
  • ¿Has movido algún currículum en tu empresa?
  • ¿Has ayudado a formar en algún área de conocimiento que tengas a algún amigo/a desempleados?
  • ¿Has usado las redes sociales (las físicas o virtuales) para ayudar a esas personas?
  • ¿Has invertido en proyectos innovadores?
  • ¿Tienes ideas que puedan ser innovadoras y servir como base de negocio?
  • ¿Realizas tareas en tu trabajo no asignadas a nadie para conseguir que los proyectos comunes salgan adelante?
  • ¿Detectas problemas en la organización y los haces saber con soluciones prácticas?
  • ¿Consigues hacer grupos de trabajo solidarios entre sí?
  • ¿Eres responsable con los empleados que tienes a tu cargo?
  • ¿Generas políticas de igualdad en tu empresa? ¿Tienes buenas políticas de formación? ¿Crees en la felicidad de los trabajadores?
  • ¿Tienes hábitos de consumo responsable?
  • ¿Eres solidario? ¿Has llevado a cabo alguna campaña social durante el año 2010?

Como jóvenes podemos hacer que nuestras conductas intervengan en la mejora de la sociedad, aunque será una tarea ardua y que se extienda en el tiempo,  y que determine el mundo en el que queremos vivir.

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