La verdadera Generación Ni-Ni

Durante las últimas décadas han ido tomando las riendas del poder político, económico y mediático a nivel global una serie de personajes pertenecientes a una generación a la que me gusta llamar Generación Ni-Ni; ya que ni generan riqueza para todos, ni crean empleo digno. Esta generación, que inició su despegue político con la llegada al poder del Presidente norteamericano Ronald Reagan y la Premier británica Margaret Thatcher, tiene entre sus miembros a un sin fin de políticos, economistas y periodistas que se dedican a corear los dogmas de su religión, el neoliberalismo, a través de sus poderosos canales de influencia. Dogmas que por otro lado jamás suelen aplicarse así mismos (ningún  ejecutivo del IBEX a renunciado a su cláusula de “blindaje” para dar ejemplo de “flexibilidad laboral”).

La fuerza de esta generación es tal que copan casi todas las instituciones relevantes a nivel mundial: el FMI, el Banco Mundial, la Comisión Europea, las agencias de calificación y la mayoría de los medios de comunicación. Valiéndose de este poder tratan de impedir que aquellos líderes que decidan emprender políticas progresistas lo hagan libremente. Sirvan de ejemplo, las recientes críticas al nuevo gobierno socialista griego por tratar de dar una salida a la terrible crisis económica gestada por el anterior gobierno conservador. (Un presidente socialdemócrata es realmente lo único en común que tienen España, Grecia y Portugal)

Si nos fijamos en España, hemos visto durante las últimas semanas como esta generación Ni-Ni ha comenzado una maniobra de acoso y derribo contra el presidente Rodríguez Zapatero. Un ejemplo claro serían las recientes rebajas de calificación de la deuda pública española por parte de alguna Agencia Internacional de Rating (sí la misma agencia que otorgo la máxima calificación para las hipotecas basura), que además carece de fundamento alguno. Sobre todo si comparamos la deuda pública española cercana al 50% del PIB frente al 110% que alcanza la del país que preside el conservador Berlusconi. Tampoco deben obviarse los intensos ataques lanzados desde las tribunas de algunos de los diarios económicos más “prestigiosos” (si aquellos que aplaudían a Greenspan y sus políticas de desregulación financiera) con motivo de la presidencia española de la UE, que forman parte de una campaña dirigida a expulsar a uno de los últimos gobiernos socialdemócratas del continente.

Es por ello que el Presidente Zapatero debe reflexionar. Tiene que decidir si en los meses que quedan hasta las próximas elecciones se deja tentar por los cantos de sirena de estos Ni-Ni, optando por medidas tales como la reducción del gasto público o el recorte de los derechos sociales, o por el contrario si prefiere tomar medidas de decidido carácter progresista, como aumentar la presión fiscal, especialmente sobre los grandes patrimonios y la economía sumergida (lo menos progresista no es pagar pocos impuestos, sino no pagarlos) o disminuir el déficit en gasto social que padece España en comparación a los países europeos de nuestro entorno (el gasto social representa apenas un 70% de la media del gasto en la UE 15), lo cual influye directamente en algunos datos macroeconómicos que perjudican a la economía española. (La baja tasa de ocupación femenina en España está relacionada con la deficiente red pública de escuelas infantiles)

Seguramente de elegir la segunda opción, el gobierno sufriría las iras del aparato mediático de los Ni-Ni, pero mandaría un claro mensaje progresista a toda Europa. A fin de cuentas, para un gobierno socialista siempre será mejor decir que perdió por ser demasiado progresista que no por ser demasiado conservador; y además hay que recordar que la mayoría de los partidos socialistas europeos han perdido el poder normalmente por pecar de lo segundo.

Artículos relacionados y complementarios: 
Paul Krugman en su blog del New York Times
Ramon Lobo en su blog "En la Boca del Lobo"

Un comentario en «La verdadera Generación Ni-Ni»

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